Ciencia y Vida

miércoles, enero 17, 2007

LOS HIDRATOS DE CARBONO MEJORAN EL EJERCICIO


Una dieta rica en proteína no está relacionada, como muchas veces se asume por algunos deportistas, con una mayor capacidad para la actividad física. Los combustibles más importantes que obtenemos de los alimentos para el ejercicio son: los hidratos de carbono y las grasas. Estos compuestos se oxidan para proporcionar la energía necesaria para la contracción de nuestros músculos, lo que conlleva el movimiento o la potencia que desarrollan, igual que el motor de un vehículo oxida la gasolina para mover sus engranajes.

En el músculo, los hidratos de carbono se almacenan durante el reposo en forma de un componente de reserva limitado, el glucógeno. Este compuesto nos proporciona una fuente rápida de energía, por ejemplo si hacemos una rápida carrera para coger el autobús. El hecho que aparezca la fatiga asociada al ejercicio se debe, en parte, a que la oxidación de los hidratos de carbono puede hacerse de forma completa, gracias al aporte de oxígeno o de forma incompleta, sin oxígeno. Este último proceso, denominado oxidación anaerobia, tiene una ventaja importante, se produce con una enorme rapidez, pero como contrapartida origina la fatiga asociada al ejercicio.

Nuestros músculos, ante la necesidad de un esfuerzo rápido e intenso utilizan el glucógeno almacenado y lo oxidan parcialmente en ausencia de oxígeno, como consecuencia nuestros músculos y nuestra sangre se acidifican por la formación de ácido láctico y la fatiga nos llega más pronto. El entrenamiento lo que nos permite es retrasar la aparición de la fatiga y sobrellevar el esfuerzo, gracias a una mayor adaptación a la oxidación completa del glucógeno y a la mayor utilización de las grasas, mejorando el aporte y consumo de oxígeno.

domingo, enero 14, 2007

LO MEJOR CONTRA EL CANCER ES DEJAR DE FUMAR


Son muchas las sustancias tóxicas que inhalamos junto con el humo del tabaco. El efecto más rápido y notorio es producido por la nicotina, un alcaloide que actua sobre receptores que se encuentran en muchos tejidos de nuestro organismo, repercutiendo principalmente sobre nuestro cerebro, nuestro corazón y nuestra presión arterial, efectos que llevan a incrementar de forma generalizada el patrón de alerta y la dependencia de los fumadores de este hábito.

El peligro más letal del tabaco deriva de los efectos cancerígenos de las nitrosaminas que contiene. El derivado denominado NNK, cuya formulación química corresponde al (4-metilnitrosoamino)-1-(3piridil)-1-butanona, es uno de los más potentes. En un estudio reciente publicado en la revista del Instituto Nacional del Cancer de EEUU , se comenta que aunque la exposición a este cancerígeno se reduce con el consumo de tabaco, esta reducción no es proporcional al número de cigarrillos que se dejan de fumar. En otras palabras, aún reduciendo el consumo del tabaco un 90%, la absorción del cancerígeno se reduce en un 46%. ¿Por qué no existe una proporcionalidad en la absorción de los cancerígenos y el esfuerzo de abstinencia realizado por estos fumadores?. La respuesta parece estar relacionada con la intensidad de la inhalación, cuanto menos se fuma se hace aspirando el cigarrillo con mayor intensidad, lo que favorece la incorporación de los productos tóxicos del tabaco a nuestro organismo.

Recientemente los estudios epidemiológicos indican que el tabaco no solo está relacionado con el cancer de pulmón, sino con otros tipos de cancer. El peligro inherente al tabaco tiene igualmente componentes genéticos, es probable que unos sean más propensos que otros a este tipo de tumores, pero parece razonable que ante la duda abandonemos el consumo de tabaco que reduce nuestras expectativas y nuestra calidad de vida.

CHOCOLATE, MEJOR SIN LECHE


Una alimentación equilibrada, incluyendo antioxidantes en la dieta, repercute notablemente en nuestra salud. Muchos de estos antioxidantes se encuentran en la fruta y los vegetales, la vitamina C, la vitamina E y el beta-caroteno son los más conocidos y permiten a nuestro organismo luchar contra los radicales libres . Otros antioxidantes son menos conocidos pero igualmente importantes como por ejemplo: los flavonoides, un grupo de compuestos polifenólicos, entre los que destacan las catequinas y epicatequinas.

Precisamente, estos últimos compuestos son abundantes en el chocolate y los productos derivados del cacao. Un estudio de la revista Nature (2003,vol 424 pag 1013) destacó hace algunos años que tras la primera hora de la ingesta de chocolate puro (con alto contenido de cacao) se incrementa el nivel antioxidante en el plasma, sin embargo si el chocolate incorpora algo de leche o se ingiere junto con un vaso de leche, los valores antioxidantes en plasma disminuyen. La prueba se hizo con 17 voluntarios sanos que se sometieron a este “dulce experimento” que demuestra que a veces las interacciones entre nutrientes pueden restar determinadas propiedades nutricionales. En este caso se piensa que la unión de estos antioxidantes del chocolate y las proteinas de la leche impide su mejor absorción, reduciendo su potencialidad biológica.