Ciencia y Vida

viernes, febrero 16, 2007

LA TIERRA SE CALIENTA

El calentamiento progresivo que está sufriendo nuestro planeta, debido a la desaparición de la capa de ozono, tiene consecuencias directas, no sólo en el clima, sino también en la distribución y abundancia de especies de plantas y animales que se verá irremediablemente afectada. Hace algunos años (Nature, vol. 427:145), se alertaba sobre el incremento de la probabilidad de extinción de muchas especies animales en los próximos decenios.
Con el calentamiento global, muchas especies tienen que trasladarse para sobrevivir hacia zonas más cercanas a los polos o a cotas más altas, reduciendo su hábitat, algo que también se produce por la destrucción de espacios naturales. La probabilidad de extinción de especies, en función del previsible incremento de la temperatura del planeta, variará entre un 18% y un 35% de extinción, si el incremento es importante (por encima de los 2 ºC). Estos efectos pueden verse hoy día en diversas zonas del planeta. El sapo arlequín que se muestra en la foto que se había catalogado en la zona montañosa de Costa Rica, no se ha visto desde 1980, esta probable extinción está relacionada con el cambio climático que origina una formación de nubes inusualmente alta y la consiguiente sequedad en el ambiente de esta región centroamericana. Este hecho disminuye las defensas de muchas especies de anfibios a determinados parásitos.
Es un ejemplo puntual, los datos sobre la probabilidad de extinción generalizada permiten concienciarnos de la importancia de reducir las emanaciones gaseosas que contribuyen al efecto invernadero para minimizar en lo posible, la previsible desaparición de especies de animales y plantas. La supervivencia de la vida en la tierra, tal como la vemos hoy día, no es un problema del futuro, es algo que nos implica de cerca, a todos.