Ciencia y Vida

viernes, marzo 02, 2007

LA MÁQUINA DE LA VERDAD

Algunos programas televisivos están sacando más rendimiento a los “detectores de mentiras” que las propias comisarías de policía.
Distintas revistas especializadas (J. Forensic. Sci. vol:46:135) están destacando algunos avances sobre estos equipos. El neurocientífico, Lawrence Farwell, ha ideado un nuevo sistema para explorar visualmente el funcionamiento del cerebro, estableciendo algo así como una “huella digital” de nuestra actividad cerebral. El precursor de esta metodología, el polígrafo, lo inventó un psicólogo llamado William Marston en 1915. Este equipo mide cambios en sudoración, ritmo de respiración, pulso y presión arterial. Cuando mentimos, la teoria dice que estos parámetros cambian y el polígrafo los detecta ante una serie de preguntas. Ciertamente el stress que acompaña al hecho de mentir modifica estos parámetros fisiológicos, pero muchas personas también muestran estas reacciones por el mero hecho de encontrarse en situaciones especialmente conflictivas.

El método de Farwel mide ondas cerebrales. Este equipo no detecta las verdades o mentiras, sino mas bien si una información está o no almacenada en el cerebro. El sujeto en estudio es conectado a un equipo que registra su actividad cerebral. Supongamos que es sospechoso de asesinato, en una pantalla aparecerían imágenes relacionadas con la escena del crimen que sólo la policia y el supuesto asesino conocen. Si el sospechoso reconoce un objeto evocará una onda cerebral al verla.
Los trabajos son preliminares pero indican la necesidad de algunos organismos de contar con sistemas de seguridad para la detección de engaños. No obstante aún no existe la máquina que sea totalmente fiable y los responsables de la seguridad siguen confiando en las entrevistas que los profesionales realizan tratando de captar los ligeros cambios de actitud que acompañan una mentira. Una leve pausa al hablar o un sutil cambio de postura ante una pregunta de una experto entrevistador pueden marcar la diferencia entre pasar de largo en un control policial o ser considerado sospechoso.