Ciencia y Vida

miércoles, febrero 04, 2009

EL PRIMER ENSAYO CLÍNICO CON CELULAS MADRE EMBRIONARIAS



Sólo tres días después del solemne juramente del Presidente de EE UU Barack Obama, la agencia (FDA) que regula el uso de fármacos en ese país, como una división dentro del Departamento de Salud, comunicó la aprobación del primer ensayo clínico en fase I que pretende valorar la eficacia de células embrionarias implantadas en lesiones medulares. A pesar de las coincidencias, este anuncio debe entenderse como un triunfo de la ciencia, no de la política. La investigación clínica que se iniciará este próximo verano dirá si el tratamiento es eficaz o no y sobretodo si tiene suficientes garantías para el paciente.
Este primer ensayo clínico tiene sus primeros antecedentes en el trabajo de James A. Thomson de la Universidad de Wisconsin en 1998 publicado en la revista Science. En sus investigaciones Thomson describió la derivación de células madre embrionarias pluripotenciales humanas a partir de blastocistos resultantes de procesos de fecundación in vitro. Estos trabajos le llevaron a establecer varias líneas de células embrionarias humanas que a pesar de las restricciones de Bush, pudieron utilizarse para la investigación básica con fondos federales. Posteriormente, los trabajos más importantes que avalan este primer ensayo clínico se deben al grupo de Hans S. Keirstead de la Universidad de California. Este grupo demostró el año 2005 que las células embrionarias de una de las líneas establecidas por Thomson, la línea H7, era capaz tras 42 días de cultivo controlado de diferenciar con una alta eficacia hacia precursores de oligodendrocitos. Este linaje celular permite sintetizar las membranas de mielina que envuelve los axones permitiendo la conducción nerviosa, responsable entre otras cosas, del movimiento de nuestros músculos. La población celular, resultante del proceso de diferenciación en cultivo, carecía por otra parte, de marcaje de células indiferenciadas que pueden ser responsables, en último término, de formación de tumores tras los implantes. Cuando se inyectaron las células obtenidas en la médula espinal, tanto en ratones transgénicos desprovistos de mielina, como más recientemente en ratas que habían experimentado un daño medular agudo, se demostró la re-mielinización de los axones dañados y en parte también, la recuperación de parámetros locomotores. Según argumentan los promotores de este estudio, no existe un ensayo clínico perfecto con el que empezar una evaluación de estas características, lo importante será lo que los resultados nos digan en el futuro. Todos recordamos al actor Christopher Reeve, el que protagonizara las películas de Superman, que pasó los últimos años de su vida en una silla de ruedas tras un accidente que fracturó su medula en la zona cervical. Este actor fue un incansable defensor del uso de las células embrionarias y sin duda la esperanza de muchas personas que como él sufre una lesión medular depende del avance de estos estudios. En cualquier caso, este es un ensayo concreto para un tipo especial de aplicación de las células madre embrionarias. La medicina regenerativa está solo en sus comienzos.