Ciencia y Vida

martes, abril 14, 2009

PREMIO DE INVESTIGACION A LA CONSTANCIA


Foto: El prof. E. Roche en Ordesa (2005).

La semana pasada la Sociedad Española de Diabetes concedió su premió anual a Enrique Roche, investigador aragonés afincado en Alicante y profesor de la Universidad Miguel Hernández. El jurado valoró, fundamentalmente, su dilatada carrera en el campo de la investigación molecular sobre células productoras de insulina. Lo más sorprendente del caso, como se desprende de sus declaraciones tras recoger el premio y publicadas, entre otros, en el Diario Información o en "El Mundo" es que este investigador en la plenitud de su carrera científica, estaba a punto de dejar sus proyectos por falta de apoyo y financiación. Muchos investigadores pueden verse reflejados en el “curioso caso de Enrique Roche”.
Las investigaciones del profesor Roche en la Universidad Miguel Hernández han transcurrido en los últimos cinco años sin contar con ninguna financiación de los Ministerios correspondientes. Su trabajo, a pesar de esta circunstancia, ha tratado de demostrar en el laboratorio las posibles implicaciones de los protocolos de diferenciación de células embrionarias de ratón hacia células productoras de insulina. Estas investigaciones tuvieron una gran relevancia, no sólo científica sino también mediática, al principio de esta década por su relación con un posible tratamiento futuro de la diabetes. El grupo multidisciplinar que realizó estos trabajos pioneros en Alicante y al que pertenecía el profesor Roche, se dividió en dos hace más de cuatro años. Una parte de estos investigadores fue a Sevilla a continuar estos y otros proyectos desde un centro creado con gran apoyo institucional. La otra parte continuó en el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández, con una financiación muy limitada. Sin embargo, la perseverancia del profesor Roche le ha llevado recientemente a ampliar estas investigaciones sobre células embrionarias añadiendo controles adicionales. Los estudios que se enviarán en breve para su publicación en una revista científica especializada y que forman parte de una Tesis Doctoral, demuestran que la insulina que las células embrionarias pueden producir mayoritariamente con los protocolos actualmente publicados, no es del tipo de la que se encuentra en el páncreas endocrino que nos ayuda a regular la glucosa, sino que se corresponde más bien a la insulina tipo 2 que producen otros tipos celulares, como por ejemplo las células de origen nervioso. Por lo tanto, la posible utilización futura de estas células embrionarias en el tratamiento de la diabetes no es tan evidente como se presuponía en un principio y habrá que seguir investigando para seleccionar tipos celulares más adecuados. Del “curioso caso de Enrique Roche” podemos sacar varias conclusiones importantes. Una que en ciencia conviene ir muy despacio a la hora de divulgar a la sociedad posibles implicaciones clínicas de la investigación básica y otra que debemos profundizar siempre y con rigor en los resultados obtenidos. Esto es lo que ha hecho el profesor Roche y por eso ha recibido un importante premio que esperemos le ayude a continuar su labor científica.